jueves, 17 de noviembre de 2016

Las acciones de Nintendo bajan tras el anuncio de Nintendo Switch


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Descubre Nintendo Switch, la nueva consola de Nintendo

El pasado 20 de octubre fue el día desde hace más de un año y medio que Iwata, en paz descanse, anunciase esta nueva plataforma de videojuegos con nombre en clave NX. Nintendo mediante un vídeo de poco más de 3 minutos de duración en los que ha enseñado en qué consistirá esta nueva máquina aplicando situaciones cotidianas como sacar al perro o quedar con los amigos y buscará así satisfacer las ansias de muchos jugadores en esta combinación de sobremesa y portátil en un mismo dispositivo. Su nombre, Nintendo Switch. En esta imagen os contamos sus detalles y claves que tendrá esta nueva consola:

viernes, 3 de julio de 2015

Crítica: Papers, please (PC)

Género: Puzle, Simulación, Indie

Desarrollador: 3909

Jugadores: 1

Precio: 8,99€

Formato: Digital

Lanzamiento: 08/08/2013

*Nota: Esta crítica también puede verse en el blog Tales of Fanaku.

Un indie en toda regla

Papers, please es un juego que no ha pasado desapercibido en el mundo de los videojuegos. Creado por el desarrollador independiente Lucas Pope bajo la desarrolladora 3909 en plena mitad de 2013, Papers, please se ha convertido en un referente de los juegos indies para ordenador en los últimos años, pues su original y distintiva mecánica y su historia, ambientada en un ficticio estado comunista en donde el humor y el miedo a no fallar están presentes a partes iguales, han conquistado a todo tipo de crítica especializada en uno de los sectores con más auge en pleno siglo XXI. Está claro que el juego de Pope ha sido un plato de buen gusto tanto para jugadores casuales como para expertos, y no es para menos sus más de quince premios que lo consideran un juego indispensable para cualquiera que tenga un ratón y una pantalla. Está claro que Papers, please es un indie en toda regla pero, ¿a qué se debe su éxito?

Sumergidos en una época en donde la calidad gráfica, la acción y los FPS priman ante todo, y en donde el éxito casi siempre lo tienen las costosas obras de manos de grandes empresas de videojuegos, tales como las conocidas Nintendo o Sony, hace prácticamente muy poco tiempo empezaron a hacerse un hueco en el mercado los juegos indie, los cuales hoy en día son una pieza fundamental dentro del gran sector de los videojuegos. Al igual que la música o el cine independiente, estas empresas, formadas normalmente por muy pocas personas, han crecido exponencialmente en la última década, todo ello gracias a Internet y a la aparición de herramientas y programas, haciendo de esta manera una industria de videojuegos indie posible, llena de posibilidades para los creadores y de un sinfín de videojuegos para todo tipo de público, independientemente de su edad o de su nivel económico. Muchos de ellos, derrotados por la grandes compañías, apenas han sido conocidos pero, en cambio, ha habido otros que se han hecho un hueco en la colección de muchas personas, metiéndolas en unas experiencias que muchos videojuegos AAA no son ni serían capaces de dar.

Dentro de esa industria indie está Lucas Pope, creador de Papers, please. A pesar de haber trabajado anteriormente en Naughty Dog, Pope dejó atrás su colaboración en la misma tras el desarrollo de algunos juegos de la franquicia Uncharted y se metió en el mundo del los videojuegos independientes desarrollando desde finales de 2012 el que iba a ser el juego más conocido y exitoso de su carrera. Trabajando con el lenguaje de programación Haxe y NME Framework, ambas aplicaciones de código abierto, Lucas Pope terminó Papers, please en nueve meses, creando así un juego que refleja sus tensas experiencias migratorias poniendo al usuario no en el papel del inmigrante, sino en el papel del inspector, responsable de detener al típico héroe que intenta pasar por la garita de inspección.

Esta fresca y original mecánica ha hecho que el videojuego de Pope sea uno de los videojuegos indie más valorados en los últimos tiempos, llevándose unas notas que llegan al sobresaliente de manos de importantes críticos, páginas webs y revistas especializadas en videojuegos. Con ello, no es de extrañar que el juego llegue tarde o temprano a otras plataformas como iPad o PlayStation Vita, al igual que hicieron muchos otros juegos de éxito en su tiempo, y es que con premios como los del Independent Games Festival, Game Developers Choice Awards o el BAFTA recibido en marzo del año pasado, Papers, please se ha convertido en un juego de renombre y una aventura más que obligatoria para los gamers más profesionales como para aquellos jugadores más casuales.


miércoles, 29 de abril de 2015

Crítica: Moon (Duncan Jones, 2009)

Director: Duncan Jones.
Intérpretes: Sam Rockwell (Sam Bell), Kevin Spacey (Gerty), Dominique McElligott (Tess Bell), Kaya Scodelario (Eve Bell) y Robin Chalk (clon de Sam).
Guión: Nathan Parker.
Fotografía: Gary Shaw.
Música: Clint Mansell.
Montaje: Nicolas Gaster.
Año de producción: 2009.



No estamos programados, Gerty. Somos personas.
Sam Bell a Gerty, su única compañía dotada de inteligencia artificial




Viaje a la Luna

El 21 de julio de 1969 la frase “es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad” cambió la historia de la raza humana. Ese mismo día se produjo la llegada del primer hombre a nuestro satélite por el estadounidense Neil Armstrong, comandante de la nave Apolo 11 junto a sus dos compañeros de viaje, Michael Collins y Edwin E. Aldrin, haciendo de dicho viaje un hito que será recordado para siempre en las mentes de pasadas, presentes y futuras generaciones. Este éxito, visto por más de 600 millones de personas, sin embargo, ha sido para muchos una farsa, existiendo una especie de teoría de la conspiración que asegura que todo fue grabado y montado en un estudio de televisión para glorificar el país americano. 

Sea esto verdad o no, lo que sí es cierto es lo mucho que este acontecimiento ha influido en la sociedad, y más concretamente en el mundo de las artes y las ciencias. Este hito inspiró a las mentes de muchos galardonados y reconocidos directores de cine tales como Stanley Kubrick que, justo un año antes del viaje que iba a cambiar a la humanidad, aprovechando las misiones espaciales de la NASA, aprovechó para sorprender a un espectador poco habituado a la ciencia ficción con 2001: Una odisea en el espacio, la odisea especial más recordada en la historia del cine. Poco después, tras la llegada al hombre a la Luna y el éxito de este tipo de aventuras extraorbitales, Douglas Trumbull llevó a la gran pantalla en 1972 Naves misteriosas, una película cargada de efectos especiales en la que relataba a un planeta Tierra demandante de una fuente de energía asentada en Saturno. Tras esta, muchas otras películas siguieron la estela dejada por Armstrong y su viaje al único satélite natural de nuestro planeta, destacando, sin lugar a dudas Blade Runner (1982) de Ridley Scott, uno de los máximos exponentes de la ciencia ficción y del séptimo arte en general.


Estas películas que se han citado tienen mucho en común con Moon, el filme británico con el que debutó y llevó a la fama al director Duncan Jones en 2009. Jones, hijo de David Bowie, empezó en el mundo del audiovisual allá por 2003 realizando un desapercibido corto y haciendo de cámara para la carrera de su padre, pero no fue hasta unos años después con su primera película, Moon, su éxito en el celuloide, siguiéndole poco después su película más conocida y actual hasta la fecha, Código Fuente (2011). Protagonizada prácticamente por Sam Rockwell junto a Kevin Spacey y Dominique McElligott, Moon se hizo con nueve premios, destacando entre ellos un BAFTA al mejor director británico novel y cuatro premios del Festival de Cine de Sitges, siendo sin lugar a dudas la gran triunfadora del festival de ese año.

El éxito de Moon no fue gratuito sino que, además de la labor de dirección de Duncan Jones sin apenas tener experiencia previamente, fue gracias a Sam Rockwell que la película destacara ante cualquier otra. Sam Rockwell es conocido en el mundo de la gran pantalla por su papel en diferentes películas, destacando entre ellas Inocencia rebelde (1997) y Confesiones de una mente peligrosa (2002), película en la que ganó un Oso de plata como mejor actor en el Festival de Cine de Berlín. Tras su actuación en Moon Rockwell ha tenido papeles importantes en otras películas como Todos están bien (2009), compartiendo reparto con Robert De Niro y Drew Barrymore, e Iron Man 2 (2010) junto a Robert Downey Jr., Gwyneth Kate Paltrow y Scarlett Johansson, papeles en los que el actor, a pesar de no sobresalir como los protagonistas de algunos de estos filmes, no ha defraudado al público en lo más mínimo. Rockwell es la única figura que destaca respecto al reparto en Moon, ya que es el único que participa activamente y el que soporta el peso de toda la película. 

Más allá del reparto, sobresale Clint Mansell otorgando una magnífica banda sonora al filme de Jones. Mansel es un compositor muy conocido en el mundo del cine participando en numerosas películas dándoles su toque musical especial, destacando entre sus obras más famosas Lux Æterna, tema musical de Réquiem por un sueño (2000) que se volvió desde el estreno de dicha película extremadamente popular en la sociedad. Sin duda, una banda sonora que hace que el espectador se sienta un astronauta más a miles de kilómetros de su hogar.

jueves, 16 de abril de 2015

Crítica: La piel que habito (Pedro Almodóvar, 2011)



Director: Pedro Almodóvar.
Intérpretes: Antonio Banderas (Robert), Elena Anaya (Vera), Marisa Paredes (Marilia), Jan Cornet (Vicente).
Productor: Agustín Almodóvar y Esther García.
Guión: Pedro Almodóvar (basado en la novela Tarántula de Thierry Jonquet).
Fotografía: José Luis Alcaine.
Música: Alberto Iglesias. Temas musicales: "Por el amor de amar" y "Se me hizo fácil", de Concha Buika.
Montaje: José Salcedo.
Año de producción: 2011.






Un introspectivo Almodóvar

Pedro Almodóvar es una de las grandes figuras del cine español desde la década de los 70, siendo conocido dentro y fuera de nuestras fronteras, ganando con el paso de los años dicha fama y con ello premios que hacen justicia a su carrera artística. Almodóvar, desde ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? y, sobre todo, con el cortometraje Salomé, ambas obras de 1978, empezó a enseñar al espectador español recién salido de un régimen dictatorial sus rasgos más característicos de lo que iba a ser su carrera, mostrando así un cine muy natural y realista en el que los sectores más marginados de la sociedad con sus elementos más escandalosos y provocadores iban a estar muy presentes.

Aprovechando el cine del destape y lo que conocemos por “la movida madrileña” Almodóvar dio un giro de tuerca al tradicional y controlado cine español convirtiéndolo en un cine punk, lleno de anglicismos, de excentricismo y locura, siendo este director uno de los representantes de este movimiento cultural. Estas características han estado presentes en prácticamente todos sus filmes, pero han sido amoldadas a lo largo de los años por el mismo Almodóvar estableciendo de esta manera diferentes etapas de su carrera como profesional del cine. Del excentricismo de su primeras películas ha pasado de un cine experimental a un cine con una mirada más introspectiva que se aprecia notablemente en sus últimas películas tales como Volver (2006), Los abrazos rotos (2009) y La piel que habito, obra de la que profundizaremos a partir de ahora en esta crítica.


En La piel que habito Almodóvar vuelve a la gran pantalla tras Los abrazos rotos con una película basada en la novela Tarántula del escritor francés Thierry Jonquet. En su película, pone de nuevo en escena a varios de sus actores fetiche: Antonio Banderas, Marisa Paredes y la estrella de la película, Elena Anaya, consiguiendo con su magnífica interpretación un Goya a la mejor actriz en 2011. Esta actriz ya apareció en Hable con ella prácticamente hace una década de su papel en esta película del director manchego, pero apenas fue destacable debido a su papel secundario en la misma. Anaya, actriz que empezó a ser mucho más conocida por la película de Almodóvar, ya tenía mucha experiencia dentro del mundo de la gran pantalla dentro de España con obras como Lucía y el sexo (2001) de Julio Médem, y fuera de ella con, por ejemplo, Van Helsing (2004) de Stephen Sommers, en la que compartía reparto con el conocido actor que interpreta a Lobezno en X-Men, Hugh Jackman. A Antonio Banderas ya lo conocemos de sobra por aparecer constantemente en las obras de Almodóvar (Matador, ¡Ámame!), al igual que su “chica almodóvar” Marisa Paredes (Tacones lejanos, La flor de mi secreto), por lo que, junto a Elena Anaya, hacen La piel que habito una película obligatoria del cine español.

Por otro lado, más allá del elenco que protagoniza la película de Almodóvar, no hay que olvidar la presencia del compositor Alberto Iglesias, una persona muy presente en las películas de este director. La música de Iglesias se ha convertido en un elemento dramático y narrativo expresivo, complementario no tanto de las imágenes como de la esencia y el trasfondo de las películas desde La flor de mi secreto (1995), su primera colaboración con el director español. En La piel que habito, Iglesias nos muestra una banda sonora caótica y desordenada con el fin de generar una enorme sensación de inseguridad sobre el entorno en donde se desarrolla la acción y, sobre todo, en su protagonista, Robert Ledgard, interpretado por Antonio Banderas, un hombre que actúa mediante impulsos y, por tanto, impredecible.

martes, 24 de marzo de 2015

Crítica: La flaqueza del bolchevique (Manuel Martín Cuenca, 2003)

Director: Manuel Martín Cuenca.
Intérpretes: Luis Tosar (Pablo López), María Valverde (María), Mar Regueras (Sonsoles), Nathalie Poza (Eva), Manolo Solo (Francisco), Rubén Ochandiano (Manu), Jordi Dauder (Alfredo), Enriqueta Caballeira (Dolores), Yolanda Serraro (Alba).
Productor: José A. Romero.
Guión: Manuel Martín Cuenca y Lorenzo Silva.
Fotografía: Alfonso Parra.
Música: Roque Baños. Temas musicales: “Puta”, “A fuego” y “Standby”, de la banda Extremoduro.
Montaje: Nacho Royo y Pelayo Gutiérrez.
Año de producción: 2003.

"Yo soy bolchevique. Los bolcheviques no nos conformamos con quitarles todo a los ricos. Eso no cambiaría nada. Lo que hay que hacer es fusilarlos. Fusilarlos a todos."

Pablo a María, en La flaqueza del bolchevique (Manuel Martín Cuenca, 2003)


La elección perfecta

La flaqueza del bolchevique es la primera película de ficción del director Manuel Martín Cuenca, objeto de muy buenas críticas y galardonada con varios premios, destacando el Goya al mejor guion adaptado y el premio a mejor actriz revelación para María Valverde que, con tan solo 16 años, hacía su debut dentro del mundo del cine. Esta chica, que ya empezaba gracias a esta película a hacer sus pinitos en la gran pantalla, hoy es prácticamente conocida en territorio español sobre todo por su papel de Babi en la adaptación del libro titulado Tres metros sobre el cielo (2010), dirigida por Fernando González Molina, pero hasta hace poco se ha hecho hueco en el cine hollywoodiense, interpretando a la mujer de Moisés (interpretado por Christian Bale) en Exodus (2013), cinta del premiado y conocido director Ridley Scott. 

Martín Cuenca, además de la figura de la dulce y joven María Valverde, cuenta con un grandísimo actor reconocido en todo el panorama español y, en menor medida, internacional: Luis Tosar. A pesar de su magnífica interpretación, Tosar no consigue hacerse con ningún galardón, aunque sí lo conseguirá —y no será el único— a posteriori con el Goya a mejor actor de reparto en Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002) y con el Goya a mejor actor en Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003), siendo esta última su película en la que su interpretación es más conocida. Valverde hace junto a Luis Tosar, el protagonista masculino de la película, una pareja perfecta para protagonizar la película de Martín Cuenca, una adaptación del libro y Premio Nadal de Lorenzo Silva, autor conocido dentro de la novela española por sus obras policíacas, que no deja indiferente a quien la vea. 


Además de estas dos grandes colaboraciones que darán forma a la película, dentro del equipo técnico tenemos a Roque Baños, compositor y encargado de la ambientación sonora de La flaqueza del bolchevique y ganador de varios Goya por su excelente trabajo en la composición musical en el cine, destacando su trabajo en obras como Salomé (Carlos Saura, 2002), Las 13 rosas (Emilio Martínez-Lázaro, 2007) y su Goya a mejor música original en Los crímenes de Oxford (Álex de la Iglesia, 2008). Esto, junto al gran elenco de actores, hace que la adaptación de la obra de Silva roce la perfección, que no consigue debido a un descuidado guion.